El juicio criminal contra el expresidente Donald Trump se acerca a su fin tras cinco semanas de testimonios en los que se han presentado argumentos a favor y en contra de las acusaciones de que el exmandatario falsificó los registros comerciales de su empresa para encubrir un pago de 130.000 dólares a Stormy Daniels, una actriz porno con quien el entonces candidato habría sostenido una relación extramarital.
Todos los argumentos han sido conocidos y revisados por el jurado de 12 personas que deliberará un veredicto que marcará no solo la vida política del exmandatario sino también establecerá precedentes en la historia política y judicial de los Estados Unidos.
Los posibles escenarios
La clave del veredicto que se entregará por parte de los jueces es que tendría que ser unánime para tener una decisión en firme, con base en esto existen tres posibilidades para el futuro del expresidente:
- Donald Trump inocente: el jurado determina por unanimidad que el expresidente no tiene ningún tipo de culpabilidad y queda libre de cualquier tipo de acusación para continuar su vida y campaña política sin turbulencia.
- Donald Trump culpable: el jurado determina por unanimidad que el expresidente es señalado como responsable de falsificar los registros comerciales de su empresa. Si este escenario ocurre, el juez Juan Merchán deberá definir si envía a prisión a Trump o si establece libertad condicional para el exmandatario. La segunda opción sería la más viable dado que Trump carece de un antecedente criminal, es expresidente y tiene 77 años.
- Jurado sin decisión unánime: si el jurado no tiene una decisión conjunta, el juicio es declarado como nulo, lo que implica que en teoría Trump no es exonerado de las acusaciones pero en la práctica lo deja bien librado dado que no habría una sentencia.
Sin importar el veredicto, ninguna previene o frena que Trump continúe su campaña, incluso si es enviado a prisión, la constitución no prohíbe que adelante su campaña presidencial aunque esto potencialmente perjudicaría su imagen política.
A su vez, en caso de una decisión de culpabilidad, Donald Trump podría apelar la sentencia, lo que resultaría en un nuevo proceso demorado que no tendría una resolución antes de las elecciones.